Reseña
Una aspirante a
actriz cansada de hacer castings...
Un artista reconocido en plena crisis creativa...
Unos valiosos cuadros encontrados en un desván...
Y el arte del engaño
para cambiar las leyes del karma.
Lo que acaban de leer, fue para mí suficiente para querer comenzar a leer este libro, en otras oportunidades había leído otras obras de la misma autora y se me antojaba algo más relajado que leer.
Y encontré lo que
buscaba, es una lectura muy tranquila y adictiva.
La historia trata de
Catalina, una chica de 30 años que cree que el karma le debe mucho por todo lo
que ha tenido que pasar, un trabajo mal pagado y una carrera que no la lleva a
ningún lado.
Cuando Catalina
encuentra unos cuadros en la casa de su tía abuela fallecida, siente que es el
karma tratando de devolverle la mano y cree que podría ganar un poco de dinero
al venderlos, lo que no esperaba, era ser encontrada por un manager experto en
arte quien asume que los cuadros son de ella y le promete poder venderlos a un
muy buen precio, por lo que Catalina decide continuar con esa pequeña mentira.
El segundo personaje
es Mikel, un artista emergente y talentoso, que se ha quedado sin inspiración
para seguir creando arte.
Sin buscar el
encuentro, se topa con Catalina en la galería donde presenta sus cuadros como
primera impresión para un grupo de críticos y después de una pequeña
conversación, en donde se evidencia la falta de talento, la descubre en su
farsa.
Y así crea una red de
mentiras, que podría llevarla a ganar mucho dinero, pero a perder su propia
esencia.
Ya pueden imaginar
que aquí comienza todo el drama de la historia, ¿Cómo va a lograr seguir con
una mentira si alguien ya lo sabe?
La autora, Elisabet
Benavent, nos presenta esta vez 2 voces, capítulos narrados principalmente por
Catalina, pero también un par por Mikel, en donde nos permite conocer más de
ambos personajes, entender sus pensamiento y por tanto, entender sus actitudes.
Pensamientos finales
Me gustó.
Me gustó y punto. Es
una lectura fresca, trata brevemente el tema pandemia, pero haciéndonos creer
que es algo ya superado, una vida sin mascarillas y los bares ya abiertos para
todos. Una vida como la que teníamos antes.
Y eso me ha aliviado
un montón, olvide que estaba en cuarentena, olvide que no debo realizar o ir a
fiestas, olvide que antes de salir debo llevar mascarillas y mantener distancia
social.
En estos momentos, eso es lo que agradecemos de libros, que nos llevan a su mundo y por un tiempo vivimos allí, en esa ficción que para nosotros se vuelve realidad.
Hubo un par de cosas
que me desconcertaron, por ejemplo, al final de cada capítulo nos adelantaba en
frases misteriosas lo que se venía más adelante, algo como: " pero
entonces no sabían la desgracia que los esperaba" o "pero no fue así
para siempre", en fin, frases que encontré innecesarias pues me hacían
perder el factor sorpresa más adelante. Claramente, esto es mi percepción y
para algunos esto no es necesariamente malo.
Algo que me gusta y
mucho de un libro, es cuando mencionan canciones que los protagonistas están
escuchando en ese mismo momento y que les hace sentir distintas
emociones.
Me emociona buscar
esa misma canción y sentir que estoy aún más dentro del libro, entender lo que
el autor nos quiere transmitir. Amo esa sensación.
En este libro
descubrí a la cantante Yoly Saa y su canción "Galerna". Me he
enamorada de la canción y la sensación de entender a la protagonista cuando mencionó
esta.
Me encantaría saber qué
opinas tú al respecto.
¿Ya leíste el libro?
¿Te interesa leerlo?
Les mando un abrazo
apretado virtual (pandemia mode).
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